domingo, 28 de abril de 2013

¿IMPUNIDAD O RECONCILIACIÓN POLÍTICA?



La cuestión de la participación política puede analizarse desde dos puntos de vista: el primero es el que tiene que ver con los problemas estructurales de carencia de acceso a las decisiones políticas que moldean el país, es decir, la falta de representatividad y deliberación; y un segundo aspecto que se refiere a las consecuencias de la participación política, en específico, de los grupos insurgentes.

En este sentido, es preciso resaltar que, al hablar de Participación Política, tenemos que hablar de la posibilidad de generar las condiciones materiales para la participación amplia de toda la sociedad colombiana, aquella como mecanismo para garantizar que el rumbo del país sea definido por el poder constituyente y se brinden las garantías para el cumplimento de los derechos por parte del Estado. Esta participación, se ha dado en el Estado moderno, casi que por excelencia, a través de la democracia representativa, en la cual se deposita la confianza de un modelo de país, en las y los representantes electos[1]. Sin embargo, dentro de la historia colombiana, esta promesa democrática, ha resultado falaz, pues ciertos poderes económicos y políticos han restringido el ejercicio democrático, mediante prácticas que van desde el exterminio sistemático de la oposición[2], la cooptación de votantes por clientelismo, paternalismo, hasta la presión militar y paramilitar, la cual ha sido usada muy frecuentemente.

En base a esto, podemos afirmar  que la ausencia de participación política ha sido un factor que ha alimentado el conflicto armado, y, que en aras de solucionarlo, debemos entenderlo, al menos en su desarrollo histórico básico, para comprender la importancia que tiene la superación y eliminación de todas sus causas estructurales, con el ánimo de no repetir la triste historia, que ha de ser contada en el marco del nacimiento y desarrollo del mismo.

Si bien el conflicto colombiano es de alta complejidad y su caracterización está en disputa por las diferentes tendencias políticas, retomamos la enunciación que hacen Uprimmy y Saffon, donde dicen que; “Hay varias características del propio conflicto colombiano que lo hacen complejo. En primer lugar, se trata de uno de los conflictos armados más largos del mundo. Los análisis más prudentes hablan de 1964 como el origen contemporáneo del conflicto colombiano, pues éste fue el año en el que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC-EP) se alzaron en armas. Sin embargo, muchos otros analistas apuntan al periodo de La Violencia de los años cuarenta como el origen del conflicto tal y como lo conocemos hoy en día. Sea como fuere, el conflicto colombiano ha durado por lo menos cuarenta años, y esa situación sin duda dificulta la tarea de lograr una paz negociada que sea duradera. En segundo lugar, el conflicto colombiano no se desarrolla entre dos facciones –como sucede usualmente–, sino que incluye varios actores: el Estado, los grupos guerrilleros y los grupos paramilitares.” [3]

Por su parte, los grupos paramilitares se han configurado dentro de la lucha contra insurgente, ante la incapacidad del gobierno de hacer esta labor por vías exclusivamente legales. Por ende, el paramilitarismo ha sido, como denuncian diversos sectores sociales, promovido por la institucionalidad, y ha incurrido en graves ataques contra la población civil, que se intensificaron durante el periodo de la mal llamada “Seguridad Democrática” del gobierno Uribe,  y que aún persisten, porque el discurso gubernamental de su exitosa desmovilización e inconexión con las recientemente conformadas “Bacrim” es falso–ese proceso de dejación de armas fue un fracaso–, lo único que cambió fue la denominación del actor armado, que controló y sigue controlando las dinámicas políticas regionales. Razón por la cual, no hay duda en afirmar, que mientras el paramilitarismo no se desmonte en su totalidad, no habrá forma de garantizar la participación política, ni mucho menos, la consecución de una paz estable y duradera.

En sentido es necesario, para este proceso, hacer una diferenciación muy marcada de los actores del conflicto, para no incurrir en inexactitudes políticas a la hora de plantearse una justicia transicional y la necesidad de participación política para lograr la paz. No se puede caer en el grave error de comparar este proceso de paz con el de los paramilitares, pues en aquel no se logró ni una verdadera transición, ni una reconstrucción de la memoria histórica, ni el esclarecimiento de la verdad, porque nunca se aceptaron las responsabilidades estatales de su surgimiento y promoción, además, nunca se planteó una discusión a fondo de la configuración del país, sino una mera desmovilización, que se dio a espaldas del pueblo colombiano, y que resultó en el enrarecimiento (aún mayor) del conflicto y no en su solución. Si se pretende lograr una verdadera paz, es necesario divorciarse de tan odiosas comparaciones y tomar en sus justas proporciones la mesa de diálogo actual y las propuestas que en ella se han dado.

Ahora, el discurso desde la ultra derecha pretende volver a las categorías absolutas. En cuanto a lo específico de la participación de la insurgencia en la vida política, miran con recelo las consecuencias sobre las víctimas directas del conflicto, equiparan la participación política con impunidad, con falta de justicia y mano blanda para resolver lo que según ellos es la cuestión principal para el fin del conflicto: la venganza.

Por ello nos parece necesario entrar a analizar la relación de este tema con uno que parecería más ubicado en otro punto de las discusiones en la Habana: la justicia transicional y las víctimas. Abordar el tema desde el sesgo de venganza sería desconocer que la participación política también pasa por el reconocimiento de las carencias en cuanto a la inclusión de las víctimas directas del conflicto, y de la sociedad en general, sobretodo de movimientos organizados en la esfera política por fuera de las dinámicas tradicionales.

Siguiendo lo anterior, nos permitimos clarificar la categoría de La Justicia Transicional como un mecanismo de justicia alternativa que permite el transito político para lograr un proceso de transición social, en este sentido esta permite la posibilidad de consolidar un imaginario de nación. El problema principal de la misma son los mecanismos que generan impunidad, por ello es necesario caracterizar los derechos de las víctimas en dicho proceso.

De acuerdo al marco jurídico los derechos de la victimas gravitan en cuatro ejes que son: justicia, reparación, verdad y garantía de no repetición. Ahora bien es necesario tener un criterio sobre la ponderación de estos elementos en un proceso de paz que implique la participación política de grupos que han violado DDHH, teniendo en cuenta, la responsabilidad última del Estado como responsable del surgimiento y la reproducción del conflicto en Colombia. En este sentido consideramos que la verdad debe ser el principal criterio de restauración frente a los derechos de las víctimas, y por ende es necesario, abordar la configuración del conflicto que vive Colombia, separando a los actores, e insistiendo en la diferenciación de naturaleza de los mismos.

En este orden de ideas, es importante, considerar que la justicia transicional, para que sea efectiva en el marco de una intención legitima y honesta de la consecución de la paz, tiene que plantearse mecanismos que abran la participación política hacia aquellos sectores que se les ha negado históricamente, teniendo en cuenta, la reparación realmente integral, no solo hacia las víctimas directas, sino hacia toda la sociedad colombiana, garantizando la no repetición.

En suma consideramos que equiparar la participación política a la impunidad es un craso error, pues significa desconocer los orígenes e historia del conflicto colombiano político social y armado, y el carácter que tiene cada uno de los actores que en él participan, por lo cual debemos tener en cuenta que la urgente solución respecto a los precarios mecanismos y garantías para la participación política no solo deben dirigirse a las personas que se han alzado en armas, si no en general a toda la sociedad colombiana. Asimismo, enmarcar los diálogos y sus resultados en los aportes que desde la justicia transicional se puedan aplicar, entendiéndola como la ejecución de la justicia restaurativa, aquella que garantiza la reconciliación nacional y avances verdaderos en la solución de las causas estructurales del conflicto, rechazando de tajo la justicia retributiva, con la que solo se pretende la judicialización  sin más de uno de los actores, dejando de lado la verdadera reparación para el pueblo colombiano.

Observatorio de Derechos Humanos Iván David Ortiz
Federación de Estudiantes Universitarios
Abril de 2013




[1] Caben resaltar, las muchas limitaciones que tiene este tipo de democracia, que se ha probado como despolitizadora de lo que se debería consolidar como poder constituyente, al alejar las discusiones políticas del pueblo, y por ende alejando las discusiones políticas fuertes del pueblo.
[2] No sobra hacer el ejercicio de memoria histórica, sobre el genocidio de la Unión Patriótica, y la eliminación sistemática de movimientos como A Luchar!, y el ADM-19, probando que la mera desmovilización, no garantizan la apertura política, ni las garantías para participación.
[3] Uprimny, Rodrigo y Saffon, María Paula. Usos y Abusos de la Justicia Transicional en Colombia. Pp 167. 

viernes, 26 de abril de 2013

EN DEFENSA DEL PENSAMIENTO CRÍTICO.




El Observatorio de  de Derechos Humanos Iván David Ortiz, grupo encargado de denunciar y visibilizar las violaciones a DDHH dentro del movimiento estudiantil colombiano, expresa su profunda preocupación por las reiteradas descalificaciones y señalamientos en redes sociales y diferentes espacios del desarrollo de la vida universitaria, en contra de las organizaciones estudiantiles y de miembros que las integran, haciendo uso de imágenes, comentarios y publicaciones, que incitan al odio y estigmatizan a representantes estudiantiles, organizaciones y miembros activos de las mismas.

Para evitar que estos acontecimientos se sigan repitiendo rechazamos la criminalización e invitamos a quienes hacen uso de estas formas de burla en primera instancia, a tomar conciencia lo delicado del asunto y a garantizar el respeto hacia los compañeros y compañeras, para con ello prevenir posibles amenazas o agresiones contra quienes integran el movimiento estudiantil en la facultad, e igualmente hacemos un llamado al diálogo abierto y franco ante las diversas críticas que se puedan suscitar, todo en el marco de la fraternidad y el respeto.

Además invitamos a todas las organizaciones estudiantiles a rechazar estas dinámicas de estigmatización y llamar al respeto y la cordialidad en la comunidad universitaria, entendiendo que la lucha por la educación no puede ver enemigos dentro de esta, sino en quienes históricamente se han desentendido hacia la defensa de la Universidad Nacional, como conciencia crítica de la nación.   

Es preciso entender el contexto en el que se realizan afirmaciones de este tipo, teniendo en cuenta la historia de persecución al pensamiento crítico y a la organización social y popular en Colombia, en ese sentido la Universidad Pública no debe ser ajena a la construcción de los derechos. Se deben rechazar todas formas de estigmatización, criminalización y señalamiento contra organizaciones y estudiantes para así, fortalecer la unidad en busca también del respeto y la solidaridad para construir la lucha por una educación de calidad, como los expresamos en el borrador de la ley alternativa de educación superior creado por la Mesa Amplia Nacional Estudiantil (MANE).

Observatorio de Derechos Humanos Iván David Ortiz.
Federación de Estudiantes Universitarios
Abril de 2013


ENCIERRO EN CALABOZO A PRISIONERO DE CONCIENCIA DEL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL


Denuncia Pública 
Encierro en calabozo a prisionero de conciencia del Movimiento Estudiantil
26 de abril de 2013
El Observatorio de Delito Político Gorgona, el Observatorio de Derechos Humanos Iván David Ortiz y la Federación de Estudiantes Universitarios Denuncian públicamente el arbitrario encierro en un calabozo del prisionero de conciencia Omar Marín recluido en la cárcel de Cunduy y quien deberá presentarse el día de hoy a la audiencia preparatoria en Puerto Rico Caquetá.
ANTECEDENTES
El estudiante Omar Marín quien junto a Carlos Lugo y Jorge Gaitán están siendo procesados desde el 2 de Octubre de 2011 por ser activista estudiantiles y pertenecer al proceso de la MANE.
El proceso conjunto que se ha adelantado en contra de los estudiantes ha sido en varias ocasiones aplazado y dilatado, violando el Derecho de un debido proceso.
- Los prisioneros han sido en varias ocasiones trasladados a distintas cárceles alejándolos de sus familias y lugares de residencia.
El Prisionero Omar Marín hacia parte de una Junta de Disciplina de su patio 1b como un proceso organizativo de seguridad de los mismos prisioneros y que ha sido a la vez reconocido por el INPEC.
HECHOS
Durante el transcurso de la semana los recluidos en el patio 1b han sido obligados a hacer todo tipo de trabajos, al igual que recurrentes formaciones y requisas hasta altas horas de la noche.
Ante el inconformismo de la Junta por la entrada de un recluso al patio alegando problemas en la seguridad, los miembros de la misma han sido llevados arbitrariamente a un calabozo como forma de reprensión, aislándolos de los demás reclusos.
-Frente a los acontecimientos, el día 25 de Abril en horas de la noche los compañeros del patio protestaron por la medida ante lo cual el INPEC responde con golpes y gases lacrimógenos.
CONSIDERACIONES
-Expresamos nuestra preocupación ante los hechos y denunciamos la violación de los derechos de los prisioneros del patio 1b.
Ante la medida represiva contra el prisionero de conciencia Omar Marín y teniendo en cuenta que el día de hoy deberá presentarse para la audiencia preparatoria, observamos con preocupación que lo acontecido afecte la asistencia de Marín.
EXIGIMOS
Exigimos al INPEC dar explicación alguna por los atropellos cometido en el Patio 1b de la Cárcel de Cunduy Caquetá al igual que la reincorporación de los miembros de la Junta al patio.
Exigimos respeto por los derechos del Prisionero de conciencia Omar Marín al igual que su asistencia en la audiencia preparatoria que se adelantara el día 26 de abril en Puerto Rico Caquetá con el propósito de no afectar su derecho al debido proceso.

Presidente de la República
Dr. Juan Manuel Santos
Cra. 8 # 7-26, Palacio de Nariño.
Santa Fe de Bogotá. Fax:+57.1.566.20.71
Director General del INPEC
Sr. Gustavo Adolfo Ricaurte
Tels. (+571) 2347262 o (+571)2347474 extensión 116
Defensor del Pueblo
Señor Jorge Armando Otálora
Calle 55 # 10-32, Bogotá.
Fax: + 57.1.640.04.91
E-mail: secretaria_privada@hotmail.com; agenda@agenda.gov.co
Procurador General de la Nación
Señor Alejandro Ordoñez
Cra. 5 #. 15-80, Bogotá.
Fax: +57.1.342.97.23; +571.284.79.49 Fax: +57.1.342.97.23;
E-mail:cap@procuraduria.gov.co, quejas@procuraduria.gov.co;
webmaster@procuraduria.gov.co; cap@procuraduria.gov.co;

jueves, 11 de abril de 2013

MUERE PRISIONERO POLÍTICO JUAN CAMILO LIZARAZO: UNA VICTIMA MÁS DE LA PENA DE MUERTE DE FACTO EN COLOMBIA


DENUNCIA PÚBLICA
MUERE PRISIONERO POLÍTICO JUAN CAMILO LIZARAZO: UNA VICTIMA MÁS DE LA PENA DE MUERTE DE FACTO EN COLOMBIA 
 Imágenes integradas 1
La Fundación Lazos de Dignidad –FLD- DENUNCIA PUBLICAMENTE la muerte del Prisionero Político JUAN CAMILO LIZARAZO,recluido en el Complejo Penitenciario “La Picaleña” en Ibagué, departamento de Tolima (Colombia), quien durante más de 3 mesessolicitó atención, diagnóstico y tratamiento médico adecuado debido a la grave enfermedad que padecía, siendo atendido hasta el mes de enero de 2013 por solicitud de la FLD, situación que deterioró su estado de salud y concluyó con su muerte ocurrida el 9 de abril de 2013.
 HECHOS
 1.      Desde el mes de octubre del año 2012, el prisionero político JUAN CAMILO LIZARAZO, recluido en el Complejo Carcelario y Penitenciario de Ibagué Picaleña, comenzó a padecer graves síntomas como inmovilización de la parte izquierda de su cuerpo, dificultad para hablar, para comer, para subir y bajar escaleras, para levantarse y para controlar los esfínteres, razón por la cual fue remitido a medicina general y a psiquiatría, diagnosticando inicialmente que su problema de salud era emocional y padecía de depresión, siendo medicado únicamente con calmantes.
 2.      Debido a la omisión de diagnóstico y atención médica oportuna se deterioró el estado de salud del prisionero políticosiendo valorado posteriormente por el profesional encargado de la parte de psiquiatría de la reclusión, quien determinó que el problema de salud del prisionero estaba asociado con una posible TROMBOSIS, remitiéndolo a neurología, sin embargo, pasaron más de 3 meses para que se hiciera efectiva dicha remisión.
 3.      El 16 de enero de 2013, la FLD presentó una ACCION URGENTE ante el Grupo de Derechos Humanos del INPEC a cargo de la doctora Ivonne Lagos, mediante la cual solicitamos su intervención para que el prisionero político JUAN CAMILO LIZARAZO fuese traslado a un centro hospitalario donde se le ofrecieran un diagnóstico real y acorde con los síntomas que padecía y se le prestara atención y tratamiento médico adecuado con el objeto de evitar un daño irreparable a su salud y garantizar su derecho a la vida.
4.      El día 18 de enero de 2013, la FLD recibió respuesta por parte de la doctora Imelda López Solórzano, directora del Complejo Carcelario y Penitenciario la Picaleña de Ibagué, quien nos informó que el 15 de enero de 2013 se había ofrecido la última valoración medica al prisionero político JUAN CAMILO LIZARAZO, mediante la cual le diagnosticaron “secuelas de evento cerebro vascular (hemiplejia izquierda)” y lo remitieron a valoración neurológica.
5.      La FLD fue informada que desde hace más de un mes el prisionero político JUAN CAMILO LIZARAZO fue trasladado al Hospital de Kennedy en la ciudad de Bogotá, donde fue sometido a cirugía endovascular, sin embargo, luego del procedimiento médico el prisionero entró en coma.
6.      El día 9 de abril de 2013, en el hospital de Kennedy en la ciudad de Bogotá, falleció el prisionero político JUAN CAMILO LIZARAZO 
El Estado colombiano en cabeza del INPEC no actuó de manera oportuna en el caso del prisionero político JUAN CAMILO LIZARAZO,atropellando así su dignidad humana y ocasionando el deterioro de su estado de salud, situación que culminó con la vulneración de su derecho fundamental a la vida.
Lamentamos profundamente que el prisionero político JUAN CAMILO LIZARAZO sea una víctima más de la pena de muerte de facto aplicada contra los prisioneros políticos en Colombia, la cual se ha venido materializando con la omisión de diagnóstico y tratamiento médico oportuno y adecuado.
Extendemos nuestras condolencias a los familiares y demás seres queridos del prisionero político JUAN CAMILO LIZARAZO y exigimos al Estado Colombiano justicia y reparación para las víctimas de estos crímenes consumados a través de la negligencia del sistema de salud que constituyen una flagrante violación al artículo 11 de la Constitución Política de Colombia que establece la protección al derecho a la vida y prohíbe la pena de muerte en Colombia.
LLAMADO A LA SOLIDARIDAD
Solicitamos a las Organizaciones Solidarias y de Derechos Humanos de Carácter Nacional e Internacional, al Movimiento Social y Popular, y a los Medios de Comunicación, difundir la presente DENUNCIA PÚBLICA Y ENVIAR SUS CARTAS DE RECHAZO A LA PENA DE MUERTE DE FACTO CONTRA LOS PRISIONEROS POLÍTICOS EN COLOMBIA a las siguientes entidades del Estado Colombiano:
 Presidente de la República
Dr. Juan Manuel Santos
Cra. 8 # 7-26, Palacio de Nariño.
Santa Fe de Bogotá. Fax:+57.1.566.20.71

Director General del INPEC
Sr. Gustavo Adolfo Ricaurte
Tels.(+571) 2347262 o (+571)2347474 extensión 116

Defensor del Pueblo
Señor Jorge Armando Otalora
Calle 55 # 10-32, Bogotá.

Procurador General de la Nación
Señor Alejandro Ordoñez
Cra. 5 #. 15-80, Bogotá.

Agradecemos enviar copia de sus cartas al siguiente correo electrónico: flazosdedignidad@gmail.com.

RECHAZAMOS LA PENA DE MUERTE DE FACTO CONTRA LXS PRISIONERXS POLÍTICXS EN COLOMBIA!
No más abuso de poder por parte del Estado Colombiano... Libertad a lxs Prisionerxs Políticxs!

Bogotá D.C., Abril 11 de 2013

domingo, 7 de abril de 2013

RECOMENDACIONES GENERALES DE PROTECCIÓN DE DERECHOS HUMANOS PARA MOVILIZACIONES


RECOMENDACIONES GENERALES DE PROTECCIÓN DE DERECHOS HUMANOS PARA MOVILIZACIONES

MEDIDAS PREVENTIVAS:

-Colectiva:

1.  Establecer  acuerdos  internos  de  seguridad  antes  de realizar  las  acciones  políticas  y  reivindicativas,  ya  sea  marcha, concentración y ocupación programadas.

2.  Notificar  a  los  responsables  de  Derechos  Humanos  de las organizaciones y sectores sobre las acciones políticas y  reivindicativas,  ya  sea  marcha,  concentración  y ocupación a desarrollar, especificando objetivos y rutas, para  aplicar  un  esquema  de  prevención  y  protección adecuado.

3.  Manejar la información de puntos y horas de encuentro con absoluta reserva, al igual que los nombres de las y los participantes, evitando el suministro de detalles vía telefónica, internet o redes sociales.

4.  Establecer  conductos  internos  de  comunicación  y coordinación.  Contar  con  un  directorio  telefónico de  DDHH  (interno  e  instituciones)  para  reportar  las situaciones de riesgo o violatorias de derechos.

5.  Delegar  responsables  de  DDHH  por  cada  organización, sector  o  localidad,  encargados  de  recibir  información de  situaciones  de  riesgo  y  vulneraciones  de  derechos, registrarlas  (detallando  fecha,  hora,  lugar  y  hechos)y comunicarlas a la coordinación de la Comisión Distrital de DDHH para la emisión de denuncias.

6.  Delegar  responsables  de  DDHH  por  cada  organización, sector  o  localidad,  para  la  interlocución  con  entidades estatales  sobre  las  situaciones  de  riesgo  y  vulneración reportadas.

7.  Comunicar y coordinar las dudas o asuntos de emergencia únicamente a las personas delegadas por cada organización, sector o localidad, a fin de agotar los conductos pertinentes y evitar dar aviso a todas partes sobre la situación.

-Individuales

1.  Llegar puntualmente a los puntos o sitios acordados.

2.  Suministrar a la persona delegada por cada organización, sector o localidad, un número telefónico o mecanismo de comunicación de la persona a quien se pueda avisar en caso de emergencia.

3.  Llevar  a  la  mano  números  telefónicos  de  emergencia  y de personas a quienes pueda dar aviso de situaciones de riesgo o vulneraciones.

4.  No llevar información importante o sensible en medios electrónicos  como  USB,  computadores  portátiles, cámaras digitales o memorias de celulares.

5.  No asumir interlocución con la fuerza pública durante las  acciones  a  desarrollar,  esa  es  una  responsabilidad del  equipo  de  derechos  humanos  y  de  las  personas designadas para ello.

6.  Portar en todo momento sus documentos de identidad y seguro médico.

EN CASO DE DETENCIÓN O CAPTURA ARBITRARIA

1.  Observar si el integrante o integrantes de la fuerza pública que  realizan  la  detención  portan  identificación  visible, en  caso  afirmativo  tratar  de  memorizarla,  anotarla  o registrarla con medios fílmicos o fotográficos.

2.  Gritar su nombre para que personas que se encuentran alrededor informen sobre su detención a los responsables de DDHH en cada punto.

3.  Si usted presencia la detención de algún/a participante indague sobre su identidad y avise inmediatamente a los responsables de DDHH.

4.  Si  es  conducido  a  Estaciones  de  Policía,  Centros  de Atención  Inmediata  (CAI)  o  Unidad  Permanente  de Justicia  (UPJ),  solicitar  a  las  autoridades  un  medio  de comunicación (preferiblemente teléfono) para dar aviso de su detención.

5.  Desde  el  primer  momento  de  la  detención  solicite  la presencia de un abogado de confianza, guarde silencio y no haga ninguna declaración en ausencia de su abogado, recuerde que las manifestaciones que haga podrán ser usadas en su contra.

6.  No  se  fíe  de  ofrecimientos  de  ningún  tipo,  no  se amedrente frente a hostigamientos, pero téngalas en cuenta y coméntelas en el momento que hable con su abogado/a.

7.  Recuerde que tiene derecho a recibir un buen trato; en caso de ser agredido/a memorizar la identidad y descripción física o señales particulares del agresor.

8.  Durante la detención No permitir que particulares o agentes  de  la  fuerza  pública  le  hagan  portar  objetos que  no  son  de  su  propiedad,  que  luego  pueden comprometerlo/a con conductas delictivas.

9.  Durante la detención No firmar ningún documento. Si  le  obligan  a  firmar  un  documento,  revíselo cuidadosamente y deje constancia del trato recibido; si en el acta aparecen cosas que no poseía, póngalo en manifiesto. Si el documento falta a la verdad, coloque una firma diferente a la suya o deje una señal que sirva para probar las circunstancias en las que ha firmado en un eventual proceso judicial.

10.  Durante la detención no permitir la toma de fotografías o grabación con vídeo cámara u otro medio de reseña alegando siempre la presencia de su abogado.

11.  Tenga presente la hora de la captura, el tiempo que duró, los funcionarios que intervinieron (nombres y cargos), irregularidades, etc. Y suministre esa información a su abogado.

12.  Tenga en cuenta que dentro de las 36 horas de la captura usted debe ser conducido ante un juez, si esto no ocurre la detención es ilegal y usted o cualquier persona puede interponer un habeas corpus en su beneficio. 

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