NUESTRO CONCEPTO DE DERECHOS HUMANOS: LOS DERECHOS
HUMANOS COMO PROCESOS
Los
Derechos Humanos constituyen algo más que el conjunto de normas formales que
los reconocen y garantizan a nivel nacional o internacional, forman parte de la
tendencia humana ancestral por construir y asegurar las condiciones sociales,
políticas, económicas y culturales que permiten a los seres humanos preservarse
en la lucha por la dignidad.
Se
deben superar los intentos de reducir los Derechos Humanos a la faceta jurídico
formal o de insertarlos en una trascendencia metafísica alejada de las
pasiones, las necesidades y las determinaciones de nuestra existencia.
Deben
ser vistos como la convención terminológica y político-jurídica por la cual se
materializa el esfuerzo del ser humano por preservar su existencia, lo cual nos
introduce a construir tramas de relaciones –sociales, políticas, económicas y
culturales- que aumenten las potencialidades humanas.
Pueden
definirse como el conjunto de procesos sociales, económicos, normativos,
políticos y culturales que abren y consolidan –desde el “reconocimiento”, la
“transferencia de poder” y la “medicación jurídica”- espacios de lucha por la
particular concepción de la dignidad humana.[1]
Es
decir, los Derechos Humanos no son regalados ni otorgados por instituciones
gubernamentales o internacionales, sino que se constituyen a partir de
dinámicas y luchas históricas, resultado de las resistencias ante las
violencias de las distintas formas de poder contra los individuos y los
colectivos, y ante la aparición de nuevas formas de producir y distribuir
bienes que dan como resultado especificas formas de relación social.
Se
constituyen como dinámicas sociales de diferente tipo que han impulsado a la
acción frente a la extensión y generalización de las relaciones sociales,
políticas, económicas y culturales que se van construyendo en la interacción
entre las diferentes formas de capital y sus consecuentes formas de poder. Han
funcionado como marcos o esquemas de acción y pensamiento que han permitido
generalizar socialmente valores alternativos a la forma de relación social
dominante.
Así
también, negamos una fundamentación idealista donde los Derechos Humanos sean
vistos como producto del despliegue de una naturaleza humana esencial y
abstracta, si no que partimos de un análisis contextual y en sus relaciones de
adaptación o crítica ante a la estructura inmanente del mundo social que impone
el capitalismo.
[1]
HERRERA Flores Joaquín. “Los Derechos Humanos en el contexto de la
globalización: Tres precisiones conceptuales”. Desclee de Brouwer. Bilbao
España. 2003
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