¿POR QUÉ Y PARA QUÉ LA MEMORIA?
“Memoria y olvido son
construcciones sociales, continuamente elaboradas
y reformuladas…como parte de ese proceso de producción, la memoria y el olvido, el presente y el futuro actúan y se ordenan como simbolizaciones de esa gran obra de la acción
colectiva que se llama historia”[1]
La
urgencia de edificar la memoria colectiva atraviesa los nuevos proyectos que se
está planteando el movimiento social y popular, no podríamos construir nuevos
procesos, bien sean políticos, académicos o sociales sin recordar los pasos que
ya se han dado, mucho menos educar y educarnos en medio del olvido. La
construcción de la verdad histórica se hace con la idea de no olvidar ningún
nombre, ninguna idea, ningún avance, ningún detalle de la existencia de
aquellos y aquellas que dieron y hoy dan su vida en la construcción de un nuevo
país, asimismo recordando y recalcando la responsabilidad de esos que
reprimieron y opacaron los sueños de los nuevos hombres y mujeres que soñaban
con una sociedad distinta.
Bien
lo dijo el maestro Iván David Ortíz “Hoy nos convoca el recuerdo. Recuerdo que
vira en dos ejes: la celebración y la conmemoración, términos que connotan
significados bien distintos y que cargan historias disímiles”[2]
. La importancia de la memoria no es simplemente el recuerdo, pues gracias a
ella se explican los vínculos sociales que están construidos en este momento,
da también claridad sobre su origen y la posibilidad de cambio que existe,
sobre aciertos y errores cometidos que dinamizan e impulsan la construcción de
historia que también se hace en el presente.
Se entiende el recuerdo
como condición esencial del ser humano, tanto en el ámbito político como
social, biológico, y espiritual, entre otros, sobre el cual las comunidades
humanas establecen formas para recordar, ya sean públicas o privadas, dentro de
las cuales se reconocen el contexto en el que se desarrollan o del cual
provienen. Dichas expresiones culturales permiten que el acto de recordar sea
uno de los principales bastiones de la construcción que de dicha comunidad se
esté haciendo en el presente, logrando una cohesión importante y trascendental
en el tiempo de los vínculos sociales y de los progresos y desarrollos que se
estén llevando a cabo.
Asimismo, mediante el
recuerdo se lucha contra el olvido, lucha por la cual se adquiere el
significado de la construcción de memoria histórica y colectiva, sobre la cual
se edifican diferentes interpretaciones de lugares comunes, dentro de los
cuales se encuentran contextos sociales y políticos.
La contradicción
representada entre los opuestos olvido y recuerdo halla su escenario de lucha, generalmente,
en circunstancias de conflicto, en las que se opta, según el manejo político y
social que se dé, por el olvido como forma de sobrevivir al dolor y al miedo
que se genera; no obstante elegir el recuerdo, también responde a actos de
liberación que devienen en la superación de las situaciones traumáticas de
manera colectiva, profesional, y ética, que proyecta transformaciones de las
condiciones pasadas y presentes, en donde la construcción del futuro es una
construcción lograda a través de la reflexión y el análisis, atravesado por
ideologías específicas y apuestas políticas.
Nuestro
país, el que nos entregaron, el que no permitieron construir desde el pueblo,
necesita una transformación atravesada por la verdad histórica, la verdad de
miles de iniciativas populares que fueron acalladas por la represión,
persecución, hostigamiento, asesinatos, desapariciones forzadas, entre otras,
perpetradas por el Estado, ilegal y legalmente, esa verdad histórica es una de
los instrumentos que debemos utilizar para cambiar las condiciones materiales
que conformen un nuevo país, en donde vivir dignamente sea obligatorio, y el
sobrevivir no sea la única opción.
[1]
LECHNER, Norbert. Las sombras del mañana. La dimensión subjetiva de la
política. Santiago de Chile, Buenos Aires editores independientes (EDIN), 2002,
p.75.
[2]
ORTÍZ PALACIOS, Iván David. Recuperando la memoria: Conmemoración de los 15
años del centro de conciliación “Jaime Pardo Leal”. Bogotá, Universidad
Nacional de Colombia, Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales. 2006
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